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Cómo ayuda la pirámide de Maslow en el éxito de tu marca

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Estoy segura que si estás leyendo este artículo es porque tienes un deseo imperioso de autorrealización. De sentir que eres reconocido y estás valorado como profesional.

Una necesidad de sentirte satisfecho con tu día a día y experimentar la recompensa que aporta un trabajo bien hecho.

Cuando no estamos logrando este objetivo profesional, el sentimiento y las acciones recurrentes acompañadas a éstos, suelen ser las de centrarse en enfocar e intentar llevar el proyecto de marca hacia adelante. Cueste lo que cueste.

Lo que resulta curioso es que en muchas de las sesiones de coaching de marca y marca personal, esa autorrealización que se supone trae consigo el éxito profesional, no se ve satisfecha. Aún teniendo éxito y estar valorado por colegas y clientes, esas personas experimentan un vacío existencial donde el equilibrio emocional se ve gravemente afectado. Obviamente ese vacío afecta negativamente a su vida profesional y personal.

¿Cómo puede ser posible?

¿Qué provoca una desazón tan profunda cuando se ha llegado al objetivo deseado?

¿Qué se podría trabajar para conseguir el equilibrio entre la marca, marca personal y el equilibrio emocional?

En la mayoría de casos es por una pirámide desordenada, es decir, las prioridades reales de auto satisfacción de esa persona no están bien ordenadas. De ahí nace la apatía y la insatisfacción. La pirámide está al revés.

¿Cómo puedes analizar si la pirámide de tus prioridades está bien ordenada?

Pues con la pirámide de Maslow.

¿Qué objetivos conseguiremos?

Si, honestamente, ordenas tus prioridades tal y como las necesitas, podrás conseguir aplicar la energía justa a tu estrategia de marca y marca personal. Ganarás foco, objetividad y conseguirás no desperdiciar energía en acciones profesionales que te desequilibran emocionalmente.

¿Quién es Maslow?

Maslow es un psicólogo muy conocido por ser uno de los fundadores de la psicología humanista. La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es su teoría más importante.

En ella postula el deseo innato del ser humano de auto-realización. El anhelo de su propio desarrollo personal y su crecimiento como individuo para llegar a conocerse en profundidad.

¿Qué es lo que nos provoca esa insatisfacción cuando nuestra pirámides de prioridades está mal ordenada?

Pues que para llegar a trabajar en el deseo de autorrealización, primero hay que cubrir las necesidades básicas. Si tu necesidad de autorrealización es una necesidad «básica» para ti, ningún problema. Pero si no es así, reflexiona y ponte a rehacer tu pirámide de Maslow particular.

Pirámide de Maslow personal e intransferible.

Una premisa a tener en cuenta cuando rehagas tu pirámide es que es totalmente subjetiva, incluso para ti mismo.

No solo tu pirámide de Maslow será diferente a la de otra persona, sino que también será distinta para ti dependiendo en el momento vital en el que te encuentres.

Por esta razón resulta sumamente interesante rehacer tu pirámide de Maslow, cuando te sientas perdido o que no estás consiguiendo con satisfacción tus objetivos profesionales.

¿Cómo ordenar tu pirámide de Maslow?

Necesidades básicas:

-Alimentación, buena salud, respiración, descanso, sexo.

Es curioso pero las necesidades básicas, la mayoría de las veces las obviamos. Como si tuviéramos el derecho natural de tenerlas. Fíjate en dos situaciones para evaluar la base de tu pirámide:

  1. ¿Todas las personas que te rodean tienen todas esas situaciones básicas cubiertas?
  2. ¿Podrías llegar a la fase siguiente de tu pirámide de Maslow sin algunas de estas necesidades básicas o fisiológicas?

Necesidades de seguridad:

-Necesidad de sentirse seguro, protegido: Vivienda, empleo, seguridad moral, seguridad familiar.

El segundo escalón de tu pirámide bien podría ser este. ¿Son para ti todas estas necesidades de seguridad necesarias?

Necesidades sociales:

-Desarrollo afectivo, asociación, aceptación, afecto, intimidad sexual.

Dependiendo de cómo sea tu personalidad, necesitarás más aceptación externa o menos. Afecto de más personas o de un grupo más reducido. Valora hasta qué punto es importante para ti este tipo de necesidad.

¿Necesitas mucha vida social?

¿Eres más de un gran grupo de amigos o prefieres tener un par de buenos amigos? ¿Con qué crees que no podrías pasar en tu día a día social?

Esta reflexión puede ayudarte a valorar qué tiempo y esfuerzo merecen tu vida social, para dedicar la energía justa al tercer escalón de tu pirámide. Aplicando la energía que te sea necesaria, podrás repartir el resto en lo que es más prioritario para ti.

Necesidad de autoestima:

-Reconocimiento, confianza, respeto, éxito.

¿Te has fijado? En cuanto subimos más en la pirámide de Maslow, las necesidades se vuelven más subjetivas e interpretables.

¿Tienes necesidad de reconocimiento? ¿De qué tipo? ¿De quién? ¿Cómo consigues ese reconocimiento? ¿Es ecológico para ti? Con ecológico me refiero a que si esa búsqueda de reconocimiento se adapta a tus valores, prioridades, si es realista y sano emocionalmente para ti.

¿Consideras importante el éxito? ¿Qué es éxito para ti? Construye tu propia definición.

Necesidad de autorrealización:

-Desarrollo de potencial.

Este es el último escalón de la pirámide de Maslow y el más subjetivo. ¿Qué entiendes tú por desarrollo de potencial?

Una vez tuve un cliente en una sesión de coaching profesional que había alcanzado el éxito laboral. Para él eso era el desarrollo de potencial, que había puesto en el segundo escalón de su pirámide. Para él ese desarrollo profesional, y por ende el éxito, significaba ser reconocido en su trabajo, valorado, y ganarse muy bien la vida. De pronto, con más de 40 años, se encontró desamparado al ver que ese éxito no le llenaba lo suficiente. 20 años de mucho trabajo que le habían reportado mucha satisfacción y alcanzar sus objetivos. Aún así, el vacío existía. ¿Qué le hacía sentir esa pérdida de necesidad de autorrealización? Obviamente, su pirámide de Maslow particular había cambiado. En ese momento la cuestión era si estaba dispuesto a trabajar por ese nuevo orden de prioridades, renunciando a una parte del modus vivendi que había establecido hasta entonces.

¿Para qué te cuento esto?

Para explicarte que un cambio de prioridades también implica un cambio de costumbres y hábitos. Tendrás que valorar si estás dispuesto a cambiarlos, o si por el contrario asumes parte de esa insatisfacción para proteger la pirámide en la que llevas viviendo más tiempo.

Recuerda. Primero asienta tus prioridades. Claras, concisas, objetivas y bien definidas. A partir de aquí, y siempre como base fundamental, empieza a construir tu marca o tu marca personal.