Novedades de la semana: cortes y caídas
Si durante el día de ayer viste en algún mensaje el mensaje “Algo no ha ido como debía” al intentar escuchar música en Spotify, no eres el único. Este pasado jueves 26 de enero, Spotify ha sufrido un corte que ha dejado a decenas de miles de usuarios sin acceso a la plataforma.
Se trata de la segunda caída en menos de dos semanas, con una afectación de más de 40.000 usuarios en ambos casos, aunque la primera caída parece que solo tuvo afectación en Estados Unidos. Lamentablemente, y aunque Spotify ha reconocido ambos cortes del servicio, no ha dado por ahora más explicaciones del problema o del motivo de dichas caídas.
Pero no se trata de las únicas caídas esta misma semana, en la que se ha producido también un corte de red ha provocado la caída de la plataforma Azure de Microsoft, lo que afectó durante varias horas a servicios como Teams y Outlook. Aunque se desconocen los números exactos de usuarios afectados, y teniendo en cuenta que Azure tiene actualmente 15 millones de clientes corporativos y más de 500 millones de usuarios activos, herramientas como Downdetector mostraban este miércoles miles de incidentes en todo el mundo relacionados con estos servicios.
Hace años que los ciberdelincuentes llevan años esquivando la ley gracias a las trabas burocráticas para solicitar pruebas electrónicas entre diferentes países. Esto ha permitido a gran número de delincuentes escapar la justicia debido a la dificultad de perseguirles con rapidez.
Gracias a la libertad que ofrece Internet, los ciberdelincuentes pueden robar una tarjeta en un país, usarla para pagar en una página web alojada en otro país perteneciente a una empresa de aún otro país diferente. Esto hace más fácil a los ciberdelincuentes perpetrar sus crímenes, pero dificulta a las autoridades unificar pruebas.
Es por eso que en 2018 la Comisión Europea ya planteó facilitar este proceso, lo que ha culminado en la próxima firma de dos nuevos textos legales: “Reglamento sobre las órdenes europeas de entrega y conservación de pruebas electrónicas a efectos de enjuiciamiento penal” y “Directiva por la que se establecen normas armonizadas para la designación de representantes legales a efectos de recabar pruebas para procesos penales”.
Esto permitirá a las autoridades de diferentes países acceder a los datos independientemente de dónde se encuentren estos (dentro de los países miembros de la Unión Europea). Esto obliga a los proveedores de servicios a facilitar datos en un plazo de 10 días u 8 horas en casos de urgencia (con sanciones en caso de no facilitarse los datos dentro del tiempo indicado).
Se trata de un paso importante, aunque será necesario ver hasta qué punto será efectivo.
Actualmente, España es uno de los países con menor implementación del protocolo IPv6, tal como se puede ver en el siguiente mapa creado por Google:
Aunque el protocolo IPv6 existe desde 1998 como una solución para resolver el agotamiento de direcciones IP, las operadores actuales no habían adoptado aún dicha medida. Esto es debido en gran medida a que grandes proveedores, como la actual Movistar (en su momento Telefónica), recibieron durante los primeros años de Internet un elevado número de direcciones IPv4, por lo que pueden seguir asignando una a cada usuario sin problemas. Esto no es así, por ejemplo, con otros proveedores más recientes como puede ser Digi, las que se ven obligados a usar servicios como CG-NAT, con los que muchos usuarios comparten una misma dirección IP.
Desde 2019 ya no se ofrecen nuevas direcciones IPv4, puesto que estas se encuentran agotadas, lo que hace más imperativo a los proveedores empezar el cambio hacia IPv6. Gracias a Movistar, parece que estamos empezando a ver un cambio. Desde el 22/11/2022, hasta 250.000 usuarios se encontrarían ya navegando con accesos sobre IPv6 y se espera un despliegue completo durante el primer trimestre de este mismo año.
Actualmente, la única proveedora con más del 50% de sus usuarios con direccionamiento IPv6 es la propia Digi, una de las empresas más jóvenes en este país y, por lo tanto, de las más afectadas por la escasez de direcciones IPv4 en el mercado.